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Jugar a ser artista es el único modo que tengo de “echar afuera” mi melancolía.


Cruce de miradas en la Puerta del Sol, Madrid, Spain


En el bullicio de la Plaza, el caballo y el niño se reconocen

En la distancia entre sus pupilas cabalga un indio de las praderas

16 comentarios:

  1. Fue una foto a un sólo clic, intuí que el niño iba a tocar al caballo y disparé antes de que el gentío se interpusiera entre mi objetivo y la escena.

    Los que conocéis la Puerta de Sol, os podéis imaginar cómo está en un día soleado, a rebosar. Un locura.

    Me estimula y me divierte ir con la cámara y no planificar nada, dejarme llevar, eso sí, con el dedo preparado para el clic y los ojos y los sentidos atentos.

    A ver si baja de verdad el calor y me voy de "caza", pues no me gusta nada sudar.

    Ya me decís que os sugiere la imagen o lo que queráis. Gracias por pasar por aquí.

    Mimaos que esto dura un suspiro.

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  2. Hola Tesa.. Eres la cronista de la vida.. En eso somos distintos, bueno solo en eso, a ti te gusta captar la vida, las personas esos momentos mágicos que suceden en unas décimas de segundo. Yo soy mas de captar naturalezas muertas, cosas, casas, ventanas, detalles a veces sin importancia pero que tienen una belleza.
    La fotografía tiene esa particularidad, que te hace estar siempre pendiente de cualquier cosa que veas, o intuyas, es una manera de aprender a fijarte, como los buenos agentes secretos tipo 007.. jeje..
    Te dejo que es la hora de hacer el vermutillo con algún amigo que me cuente algo interesante..
    Un abrazo..

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  3. Llorenç: la belleza está en los ojos de quien mira, da igual que la encuentres en edificios, ventanas, personas, paisajes o simples sombras y luces...

    También hay fotógrafos que prefieren captar la realidad, pero yo nunca sería reportera, me gusta crear mis propios relatos a partir de lo que encuadro.

    Feliz vermutillo, guapo, ya nos contarás.

    Un abrazo,

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  4. Lo has pillado bien, Tesa.
    fantástico instante el del caballo respondiendo al niño.
    Muchos besos ;)

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  5. La foto de la ternura!
    Las miradas, las manos que abrazan...¡Me encantó! Una pena no poder descifrar los sentimientos del policía (o como le llamen allí en España) detrás de semejantes gafas....

    Me encantó la foto que cuenta además con el valor agregado del blanco y negro.

    Un abrazo y ¡¡FELIZ OTOÑO! Por aquí la primavera se anunció con "la última nieve de..."
    y yo continúo con mi encierro obligado.
    Pero...¡qué importa! Ya es primavera...

    Beso

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  6. Querida Lu, aquí también se llama policia.

    No me extraña que lleve gafas con la solana que cae en esta plaza que no hay ni un arbusto donde resguardarse.

    Por aquí tenemos un otoño que sigue siendo verano. Una hartura de calor.

    Ánimo que ya te queda menos para la liberación.

    Feliz primavera, Lu.

    Un abrazo,

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  7. La foto qué buen logro. Nada que más entusiasme a los niños que los caballos, quizás por aquello de los asumen a la libertad de la niñez.Tu foto y el texto me trajo a colación el poema de quien se firma como Miara:
    Caballito de madera,
    con cerebro de serrín,
    le lleva a soñar
    con ser un potro de verdad,
    sobre la pradera galopar.

    Un vaquero con espuelas
    sobre su lomo se montará.
    Irán juntos a ver las estrellas
    y por el día vigilarán
    a las vacas pastar.

    A los indios conocerá;
    sus plumas al viento ondearán;
    sus cascos, el ritmo de sus cantos
    seguirán, mientras el águila,
    en lo alto, dará su conformidad.

    No estará atado a su balancín;
    de negro azabache será su crin;
    saldrá de la habitación oscura,
    dejará que le bañe el sol
    y relinchará cual si fuera canción.

    UN abrazo estrecho. Carlos

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  8. Carlos Augusto, muchísimas gracias por este hermoso poema, que me conmueve tanto...

    Fui una niña solitaria que soñaba con ser indio de las praderas... y como ese balancín salía de la habitación oscura y volaba con el águila por encima de mi cabeza.

    Será por eso que en un momento duro de mi vida de adulta, en vez de ponerle drama a mis circunstancias, me compré un caballo con nombre de viento, Gregal.

    Un abrazo, poeta, me paso en breve por tu blog

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  9. Ay, que tiempos aquellos en que los grises, a caballo, causaban tantos estropicios... Como ha cambiado todo, para bien...
    Un abrazo, amiga

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  10. Preciosa mirada, me encanta la foto.

    Muchos besos.

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  11. ·.
    En ese triángulo el caballo sabe discernir donde está la inocencia pura, y las inocencias 'desgastadas'
    Ese disparo ha sido tan oportuno como valioso. Y el revelado: perfecto.
    BPdMyN


    LMA · & · CR

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  12. ¡Hola Tesa!

    Me gusta la foto en blanco y negro natural como la vida misma, te quedó genial, reina.
    Gracias por tu buen hacer y por tu huella, la cual aprecio con el alma.

    Un besiño y mi gran estima
    Ten un feliz fin de semana.

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  13. Qué curioso, Mario, que lo que excita al protagonista que nos habla de lujuria y de pasión sean olores de hogar: lavanda, vainilla, naranja, chocolate, postre casero. Quizás tendrías que tratar de escribir Tesa de a dos con tu marido, en momentos donde mientras se huele el aroma de un pan casero preparado por mí, y siento otro cuerpo caliente al lado mío con un perfume con aroma a vainilla..... Y la cubro de chocolate amargo para luego ...Ya ves como se puede un hombre enloquecer, escribiendo de a dos, con aromas de la casa donde estás... Gracias Tesa Medina

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  14. Mario.

    Supongo que si alguien lee tu comentario no entenderá que tiene que ver la foto con hacer pan y cubrir a la amada con chocolate para luego...

    Podría, borrarlo, pero realmente, me divierte.

    Mi marido es periodista y escritor, yo soy escritora, podríamos escribir juntos y revueltos algo enloquecido.

    Gracias a ti, Mario, por estos buenos momentos.

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  15. NO aprecio interacción con el caballo
    Todo lo demás son opiniones subjetivas idealistas
    sólo animal domesticado para que no dañe al chaval
    Para realismo, esto:
    Y al único indio que veo está montado sobre el equino

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  16. Anónimo, los caballos no suelen atacar, lo sé porque he tenido caballo y he trabajado un tiempo en una hípica.

    Y te aseguro que el caballo mira al niño y se comunican. Los usan en terapias con niños autistas, por ejemplo.

    En cuanto a los indios, los mios siguen siendo los que habitan en mi imaginario, los que cabalgan por las praderas.

    Si quieres comentar en mis blogs en plan negativo bienvenido, me va la marcha, pero me encantaría que te atrevieras a hacerlo como un hombre, dando la cara.

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